Se identificó que la problemática del proceso de enseñanza aprendizaje de las matemáticas y en particular, el caso de la aritmética es de larga data y se agudizó debido a las múltiples situaciones inesperadas que experimentaron profesores y estudiantes durante la Pandemia por COVID-19. Es así, que, en sus informes sobre la situación actual de la educación, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2020) señala tres desafíos que recomienda tener en cuenta para abordar y mitigar los efectos negativos ahondados durante los períodos de confinamiento y que además cataloga como “crisis mundial de aprendizaje”, estos son: 1.) Recuperar el aprendizaje perdido a causa de la Pandemia por COVID-19; 2.) Retomar los desafíos anteriores a la pandemia y 3.) Preparar a los estudiantes para nuevos desafíos sociales y económicos.
Se pretende centrar la atención en el segundo desafío, que a partir de la investigación en el campo de la Educación Matemática, ha evidenciado algunas situaciones que poco favorecen la práctica de enseñanza de la aritmética y su aprendizaje por parte de los estudiantes. Mencionamos algunas de ellas: Falta de formación disciplinar de los profesores que orientan el nivel de educación primaria; Prácticas pedagógicas poco efectivas y carentes de contexto; Prácticas magistrales que desconocen el estilo de aprendizaje de los estudiantes; Desmotivación del profesorado; Actitudes y creencias negativas de algunos profesores en el ejercicio de su práctica, entre otras.
Respectivamente, las situaciones que poco favorecen el aprendizaje de la aritmética se mencionan: Los resultados de investigación no llegan al aula; prevalecen las dificultades de los estudiantes en la adquisición de las habilidades de lenguaje y aritmética escolar; Existencia de algunos mitos y disposiciones asociados con ideas negativas sobre la capacidad de adquirir habilidades aritméticas, entre otras.
Lo expresado evidencia un continuo reto, ya que las formas de ver y entender la aritmética bloquean a profesores y estudiantes, reduciendo significativamente sus formas de enseñar y aprender, en últimas su rendimiento en la actividad matemática de la educación básica primaria y les causa AM.
Se estima que aproximadamente el 20% de la población sufre de síntomas psicológicos o fisiológicos más o menos graves relacionados con los sentimientos de ansiedad en confrontación con problemas matemáticos, esta AM percibida causa evitación de áreas afines a las matemáticas que conducen a sendos problemas en todos los niveles educativos, la selección de carrera profesional, la vida cotidiana y el desarrollo tecnológico de un país.
Al Abordar el problema de la AM de profesores y estudiante se espera identificar en el aula de clase del grado 3° de la educación básica primaria cuáles son las situaciones y contenidos que más les genera AM, ya que en su mayoría las investigaciones realizadas hasta el momento arrojan información lograda en la aplicación individual de tratamientos psicológicos o neuropsicológicos para disminuirla, pero no se encontró información específica realizada sobre grupos de manera inmersa en el aula de clase. Esperando que la observación in situ favorezca la toma de acciones que permitan brindar apoyo a profesores y estudiantes en el desarrollo evolutivo de juegos de interpretación de conceptos aritméticos que a futuro les permitirá el desarrollo de experiencias de enseñanza y aprendizaje como agentes empoderados. Porque en el aula de clase es posible ocuparse de los patrones de uso y producción de signos, incluida la creatividad individual en el uso de signos, y las reglas y contextos sociales subyacentes a su uso. Así, se considera que un enfoque semiótico del salón de clase, en el que se construye y evoluciona un experimento de enseñanza de la aritmética, reúne las dimensiones individuales y sociales de la actividad matemática que se entienden como aspectos mutuamente dependientes y constitutivos de la enseñanza aprendizaje de las matemáticas, teniendo en cuenta que el enfoque principal en una perspectiva que se basa en la semiótica de Peirce, es la actividad comunicativa en matemáticas utilizando signos. Se espera integrar los dominios afectivo y cognitivo en el aula, para seguir su progreso, evidenciado en la evolución de pensamiento matemático.
La emoción está situada en el aprendizaje de las matemáticas Goldin (2014), y es necesario aprender acerca de sus efectos a mediano y largo plazo en el momento de la experiencia matemática de los estudiantes y cómo los maestros pueden influir hábilmente para mitigar consecuencias indeseadas.
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