Este proyecto indaga por la experiencia social de los docentes en situación de maltrato, fenómeno relativizado por la importancia asignada a otras formas de violencia escolar.  No obstante, en la última década se reconocen estudios que han diferenciado esta forma de violencia y formulan propuestas de abordaje ante un fenómeno que parece emergente en el actual momento histórico (Gómez Nashiki, 2014), (Galdames y Pezoa, 2015) (Huang, Eddy, y Camp, 2017), (Murillo Estepa y Becerra Peña, 2009), (Pérez Márquez, 2013).

El fenómeno puede ser relacionado con las transformaciones en el sistema educativo, vía reformas sucesivas, y en los cambios jurídicos que han modificado las propuestas pedagógicas y, con ellas, el estatus del docente en la institución escolar, así como las funciones que debe cumplir para el desarrollo de su labor. Para algunos autores, se ha dado un desplazamiento en el énfasis del proceso educativo de la enseñanza y el docente, al aprendizaje y al estudiante, reduciendo la práctica pedagógica a un conocimiento técnico y al docente a un auxiliar de aprendiz, todo ello desde los paradigmas de las necesidades básicas del aprendizaje y el desarrollo humano. (Martínez B, 2004)

De otro lado, el reconocimiento del niño como sujeto de derechos, a partir de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989), ha impactado formas relacionales basadas en la tradición, como el ejercicio de la autoridad, la posesión del conocimiento y la subordinación del niño respecto del adulto. Los cambios relacionales parecen evidenciar un desajuste en el posicionamiento subjetivo del docente frente al estudiante. (López, 2015)

A nivel teórico el proyecto investigativo se ubica en el paradigma interpretativo de la realidad social, se acota el objeto de estudio desde la experiencia social, referida a: …“las conductas individuales y colectivas dominadas por principios constitutivos heterogéneos y la actividad de los individuos que deben construir el sentido de sus prácticas en el interior mismo de esta heterogeneidad” (Dubet, 2010, p. 14). Este concepto da cuenta de las limitaciones explicativas de la sociología clásica, que reducía las conductas a respuestas definidas desde los roles y estatus definidos para los sujetos.

Dubet reconoce en el origen de la experiencia social tres lógicas de la acción, que responden a cada una de las funciones primordiales de la socialización: Integración, estrategia y subjetivación.

Cada actor, individual o colectivo, necesariamente adopta esos tres registros de la acción, que definen simultáneamente la orientación marcada por el actor y la manera de concebir las relaciones con los demás. De ese modo, en la lógica de la integración el actor se define por sus pertenencias, busca mantenerlas o reforzarlas al amparo de una sociedad que es considerada, así como un sistema de integración. En la lógica de la estrategia, el actor intenta realizar la imagen que ha elaborado de sus intereses en una sociedad que es concebida entonces "como" un mercado. En el registro de la subjetivación social, el actor se representa como un sujeto crítico confrontado con una sociedad definida como un sistema de producción y de dominación. (Dubet, 2010, p. 101)

Como fundamentos teóricos del fenómeno abordado en este proceso investigativo, se ubican los desarrollos sobre la escuela, el docente, los estudiantes y el maltrato escolar, que dan cuenta de la existencia del fenómeno. 

El objetivo general del proceso es identificar y comprender la construcción de experiencia social de los docentes en situación de maltrato por parte de sus estudiantes. A nivel específico se plantea: reconocer las formas de integración institucional y al grupo de pares, que construye el docente maltratado, sus estrategias pedagógicas y relacionales para superar dichos eventos, finalmente, circunscribir las formas de subjetivación de los docentes en situación de maltrato.

Metodológicamente, se plantea un abordaje cualitativo que reconozca el sentir, el pensar y el actuar de los docentes que han estado en situación de maltrato, a través del reconocimiento de su voz. Se espera que con el estudio se reconozca la existencia del fenómeno y se plantee una nueva comprensión explicativa del mismo, que supere miradas descriptivas y reduccionismos de orden psicologistas, o, las agenciadas desde miradas sociológicas paradigmáticas que se abstraen de la realidad social. A futuro es posible pensar en propuestas estratégicas a nivel personal, institucional y de políticas públicas que afronten el fenómeno del maltrato hacia el docente redundando en el mejoramiento de la calidad educativa a nivel institucional y de la calidad de vida a nivel personal.