La educación inclusiva es un enfoque que propone la educación para todas las personas, sin excepción, a través de la eliminación de las barreras para el aprendizaje y de la creación de los apoyos necesarios (Unesco, 2005). En el ámbito internacional, y también en Colombia, existe un amplio marco legal que protege y promueve la educación inclusiva configurándola como un derecho; sin embargo, los antecedentes evidencian una brecha entre lo promulgado en las leyes y la realidad en la escuela, así como la perpetuación de retóricas de la alteridad que remiten a la exclusión como resultado contrario e inesperado por los promotores de la inclusión en el campo educativo y en la escuela. Esta situación despertó un interés investigativo por identificar una institución educativa que, de alguna manera, lograra acoger las diferencias y la alteridad y así comprender la experiencia educativa, describirla y abstraer elementos para tener en cuenta en la discusión actual sobre cómo estar juntos en la escuela. El contexto conceptual adoptado en esta investigación se basó en los presupuestos de las pedagogías de las diferencias y en los conceptos de alteridad, de educación como experiencia y de ética de la mirada. Se realizó un estudio cualitativo basado en la perspectiva etnográfica del estudio de caso (Stake, 1999; Ameigeiras, 2006) y a partir de una epistemología del sujeto conocido (Vasilachis, 2007) con un diseño flexible y con el uso de técnicas como la revisión de documentos institucionales, normativos y legales (Valles, 1999), la observación participante, la entrevista en profundidad y la entrevista etnográfica (Ameigeiras, 2006). De esta manera, se llevó a cabo un ejercicio de inmersión en una institución educativa con amplia trayectoria y reconocimiento por sus prácticas educativas basadas en el respeto y en el fomento de las diferencias. Los resultados arrojaron descripciones y relaciones conceptuales que dan cuenta de aquello que es significativo y que tiene sentido para los participantes de la experiencia educativa que, a la luz de la investigación, se convierten en elementos valiosos para: a) la consideración de instituciones educativas abiertas a las diferencias; b) la discusión pedagógica actual sobre la educación inclusiva que deconstruye este concepto; y c) la descentralización de la responsabilidad de la inclusión impuesta sobre los docentes, tornándose más en una experiencia de todos los actores educativos. Finalmente, se concluye que el marco legal y normativo sobre educación inclusiva no tiene el alcance para conmover la educación y sus integrantes; por tanto, se debe buscar un camino alternativo de apertura a las diferencias y a la alteridad basado en una reflexión ética alrededor de la mirada del otro y de la experiencia que esta conlleva.
Experiencias educativas que acogen la alteridad y las diferencias. El caso del Liceo VAL
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Redes Sociales DIE-UD