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Las instituciones educativas colombianas están marcadas por las diferencias: de género, étnicas, raciales, de clase social, de estilos de aprendizaje, de condición física, etc. Las recientes políticas de la diversidad celebran estas diferencias y resaltan que aprendemos de y en la diversidad. De hecho, hoy las escuelas nos acercan a ese otro “desconocido” del sistema educativo que se nos presenta extraño, peligroso y hasta amenazador: ocupa nuestro espacio, se sienta a nuestro lado, nos mira y nos habla de manera diferente. Pero la cuestión no es un asunto de celebraciones, como pretenden las políticas públicas; las diferencias por sí solas no crean solidaridades; las exclusiones históricas, menos aún. El “blanco” es y ha sido educado para ver e interpretar el mundo desde los ojos del privilegio.
La institución educativa, desde su instauración por Santander y la entrega a la Iglesia, lo mismo que desde la instauración del Lancasterismo, ha fallado reiteradamente en proporcionar una educación equitativa, en la que quepan todos; no solo los ciudadanos hopublicaciones/mbres, blancos, cristianos, heterosexuales y de cierta clase social. La escuela arrastra una deuda histórica con las mujeres, los afrodescendientes y los indígenas, y con las personas con condiciones físicas y mentales diferentes: las personas sordas, las personas ciegas y una larga lista de excluidos.
Las nuevas políticas educativas centradas en la celebración de la diversidad, como un bien abstracto, fallan al promover cambios “ingenuos” y superficiales. Tras la máscara de la diversidad se ocultan enfoques aditivos, que suman y no integran, y que no examinan críticamente la escuela como una institución mediada políticamente en la que hay una implicación de factores sociales, históricos, culturales y económicos, que históricamente han generado un sistema profundamente desigual y opresor.
Tabla de contenido | 7 |
Prólogo | 11 |
Referencias | 17 |
Introducción | 21 |
Racismo, una pasión | 27 |
La raza otra vez | 27 |
Memorias del racismo | 28 |
Los nuevos otros: inmigrantes, desplazados, refugiados | 34 |
“El Racismo, una pasión” | 35 |
Racismo, identidad y éticas de la otredad | 36 |
De las identidades a las intersubjetividades | 37 |
Identidad | 37 |
Igualdad y diversidad | 40 |
Diversidad y diferencia | 41 |
Subjetividad | 43 |
Éticas y políticas de la alteridad en Occidente | 46 |
Racismo y educación | 51 |
Aproximaciones al racismo y la educación | 54 |
Primer multiculturalismo o multiculturalismo liberal | 54 |
La educación antirracista | 55 |
Educación Multicultural Crítica, EMC | 61 |
Elementos para pensar la praxis educativa | 63 |
Agencia y reposicionamiento de los maestros | 63 |
Desarrollo de una conciencia crítica | 65 |
Cuestionar el privilegio blanco | 68 |
Autodeterminación como praxis educativa | 69 |
Racismo y discurso | 74 |
Raza y racismo: ¿cuestión de palabras? | 74 |
Performatividad del lenguaje: palabras que hieren | 76 |
Elementos para una ‘gramática’ del racismo | 77 |
La nominación: si digo negro | 78 |
La pronominalización: nosotros versus ellos | 79 |
La adjetivación. Las cualidades que se atribuyen al Otro | 81 |
La predicación | 82 |
Retóricas del discurso racista: ¿por qué digo lo que digo? | 83 |
Concesión aparente | 86 |
Metáforas del discurso racista | 87 |
Más allá de las palabras | 88 |
La narración de sí y del otro | 90 |
Discurso antirracista. Maneras de resistir | 95 |
Negro soy, negro no soy | 96 |
Diferentes sí, pero también humanos | 99 |
¿Qué hacer frente a la diferencia? Propuestas éticas y políticas para resistir | 103 |
Cesaire: La pluralidad | 104 |
Fanon: lucha, sublevación, insurrección | 105 |
Mbembe: estética y política | 106 |
Consideraciones Finales | 109 |
Raza y racismo | 109 |
Racismo, identidad y políticas de la otredad | 110 |
Racismo y educación | 112 |
Racismo y discurso | 113 |
Discurso antirracista. Maneras de resistir | 115 |
Referencias | 117 |
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