21 de noviembre de 2024.  En el marco de los 30 años de la Sociedad Ecológica de Chile (SOCECOL), bajo el lema “Ciencia joven para un futuro sustentable”, se llevó a cabo la Jornada de Actualización en Biodiversidad y Ruralidad: Investigación y educación para la región del Maule. Este evento, organizado por la Universidad Santo Tomás (Chile) y la Universidad Católica del Maule, no solo reunió a destacados investigadores, sino que reafirmó el diálogo entre la ciencia, la pedagogía y las regiones rurales como motor para construir sociedades más conscientes y responsables con su entorno.

El Doctorado Interinstitucional en Educación, sede Universidad Distrital Francisco José de Caldas, tuvo el privilegio de estar representado por el profesor Guillermo Fonseca Amaya, cuya invitación y participación fue un claro ejemplo del reconocimiento internacional hacia nuestra comunidad académica. El profesor Fonseca Amaya dictó la conferencia “El conocimiento profesional del profesor de biología y ciencias naturales en relación con la enseñanza de la Biodiversidad”, una reflexión profunda que exploró cómo los docentes pueden transformar las aulas en espacios de comprensión crítica sobre los ecosistemas y la riqueza biológica que nos rodea.

Posteriormente, Fonseca Amaya, junto al profesor Eduardo Ravanal, lideró el taller “Observación de clase de Biodiversidad: ¿ves lo que veo?”, un ejercicio colaborativo donde se analizaron las prácticas pedagógicas que median entre el conocimiento científico y la percepción de los estudiantes. Este espacio, más que un simple taller, fue una invitación a ver la enseñanza de la biodiversidad como un acto de agudización de los sentidos y de la comprensión.

Para el Doctorado Interinstitucional en Educación, la participación de un colega de la talla de Guillermo Fonseca Amaya en un evento de esta magnitud no solo es un motivo de orgullo, sino también un hito que confirma nuestra misión de formar investigadores que trasciendan fronteras. La educación para la sostenibilidad, especialmente en contextos rurales como la región del Maule, necesita de voces que combinen el rigor académico con un profundo compromiso ético y humano.

Este reconocimiento internacional nos invita a seguir impulsando la interacción entre la educación y la investigación como herramientas esenciales para abordar los desafíos de un mundo en constante cambio.