
La educación en el siglo XXI enfrenta desafíos en términos de cómo configurarse como un espacio de problematización y crítica más allá de las disposiciones que le son impuestas. La globalización trae consigo nuevas formas de homogenización, a partir de lenguajes y discursos que buscan cristalizar las aspiraciones de un sistema que se optimiza a través de la expansión de su visión de mundo. Es este escenario el que reclama nuevas formas de ver y comprender el mundo, a través de propuestas que integren perspectivas diversas, desde la promoción del pensamiento crítico y a partir de mediaciones que favorezcan la emergencia de nuevas subjetividades, en el marco de una sociedad mediatizada en la que la comunicación se convierte en el eje que organiza y regula gran parte de los procesos en los que se juegan los sentidos y las identidades.
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Redes Sociales DIE-UD