Biblioteca Digital Mundial

Una Novedosa herramienta de consulta

La Biblioteca Digital Mundial (BDM) permite descubrir, estudiar y disfrutar de los tesoros culturales de todo el mundo en un único lugar, de diversas maneras. Estos tesoros culturales incluyen; pero no se limitan a, manuscritos, mapas, libros poco comunes, partituras musicales, grabaciones, películas, grabados, fotografías y dibujos arquitectónicos. Los artículos de la Biblioteca Digital Mundial se pueden explorar de manera sencilla según lugar, época, tema, clase de artículo e institución colaboradora, o pueden localizarse mediante una búsqueda abierta, en varios idiomas.

La BDM no ofrecerá documentos corrientes, sino "con valor de patrimonio, que permitirán apreciar y conocer mejor las culturas del mundo en idiomas diferentes”.

El acceso a esta gran biblioteca es ilimitado y gratuito, la página de inicio de la BDM contiene un mapa del mundo y una línea cronológica. El contenido está organizado por región geográfica en el mapa. Cada región está asociada a un grupo de países. Cada región incluye libros de contenido poco común, mapas, manuscritos, fotografías, grabados, grabaciones sonoras y películas de los países de esa región.

Las herramientas de navegación y las descripciones de contenidos están disponibles en árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso. Los libros, manuscritos, mapas, fotografías y otros materiales fundamentales representan una variedad más amplia de idiomas, ya que se ofrecen en sus idiomas originales. Fácil de navegar, todo el material vienen acompañado de una breve descripción de su contenido y su significado. Con un simple clic, se pueden pasar las páginas de un libro, acercar o alejar los textos y moverlos en todos los sentidos. La excelente definición de las imágenes permite una lectura cómoda y minuciosa.

Entre los documentos a destacar se encuentran algunos códices precolombinos, gracias a la contribución de México, los primeros mapas de América, dibujados por Diego Gutiérrez para el rey de España en 1562, el Hyakumanto darani, un documento en japonés publicado en el año 764, considerado el primer texto impreso de la historia, un relato de los aztecas que constituye la primera mención del Niño Jesús en el Nuevo Mundo, trabajos de científicos árabes desvelando el misterio del álgebra, la Biblia de Gutenberg, antiguas fotos latinoamericanas de la Biblioteca Nacional de Brasil, el Evangelio de San Mateo traducido en aleutiano por el misionero ruso Ioann Veniamiov, en 1840, la Declaración de Independencia de Estados Unidos, las Constituciones de numerosos países, el diario de un estudioso veneciano que acompañó a Fernando de Magallanes en su viaje alrededor del mundo, unas pinturas rupestres africanas que datan de 8.000 A .C., y muchos más, la lista de tesoros culturales es inmensa y accesible para todo publico.

Historia y Objetivos

Con la intención de unificar a las personas y promover el entendimiento mutuo, James Billington propuso en 2005 a la UNESCO la creación de una biblioteca digital mundial. El proyecto fue aceptado por este órgano y se dieron los primeros pasos para su materialización teniendo presente estos fines: ampliar tanto la cantidad como la diversidad de contenidos culturales en la red; proporcionar material de documentación, información y estudio a educadores, estudiantes y eruditos, así como al público en general; y, finalmente, crear capacidades en las naciones asociadas al proyecto, con vistas a reducir la brecha digital entre los diferentes países y dentro de cada uno de ellos.

Bajo estos pilares se construyó la web de la Biblioteca Digital Mundial, que funcionará habitualmente en siete idiomas (árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso) aunque también contará con contenidos en otras lenguas del planeta. Además, según informa la UNESCO, su diseño facilitará las investigaciones interculturales a través de diversas épocas. La idea fundamental es la de despertar la curiosidad de los estudiantes y el público en general.

El trabajo principal del proyecto lo llevo a cabo un equipo de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU., por otro lado, la Bibliotheca Alexandrina de Egipto ha prestado su asistencia técnica, contando también con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, las Ciencias y la Cultura (UNESCO) y el apoyo financiero de varias empresas y fundaciones privadas, Ademas otras bibliotecas nacionales; entre las que se destacan la la Universidad Rey Abdullah de Arabia Saudita, la Biblioteca Nacional de Brasil, algunas instituciones culturales y educativas han contribuido con sus conocimientos especializados.

Pero la importancia que reviste ese sitio va mucho más allá de la incitación al estudio de las nuevas generaciones que viven en un mundo audiovisual. Este proyecto tampoco es un simple compendio de historia en línea: es la posibilidad de acceder, íntimamente y sin límite de tiempo, al ejemplar invalorable, inabordable, único, que cada uno alguna vez soñó con conocer.

TIC, conocimiento y educación

A lo largo de los últimos años, las tecnologías de la información y la comunicación han comenzado a transformar las labores docentes. Cada vez es más habitual, asistir a congresos, reuniones o conferencias donde las TIC tengan un papel muy relevante. De hecho, el número de universidades con e-campus o con clases a distancia es cada vez mayor. Además, también existen Universidades que realizan su labor docente a distancia, teniendo como pilar fundamental de su trabajo el uso de las TIC.

Asimismo, y gracias a plataformas como por ejemplo Moodle, Dokeos, Chamilo, entre otras, se están desarrollando estudios de postgrado en numerosas Universidades. A su vez, también se va incrementando paulatinamente el material académico disponible libremente. En este sentido, con el paso del tiempo han ido viendo la luz proyectos académicos tales como el Scientific Electronic Library Online (Scielo), la Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (Redalyc), la Plataforma Open Access de Revistas Científicas Electrónicas Españolas y Latinoamericanas denominada e-revistas o la Digital Library and Archives de la Biblioteca la Universidad de Virginia Tech.