Desde el punto de vista comunicológico, la educomunicación es una condición antropológica que incluye el proceso total de ‘transmisión’ cultural. En este proceso, lo más importante no es el conocimiento de los conocimientos y valores que componen la cultura (educación), sino el conocimiento de los códigos que permiten adquirir y producir esos conocimientos y valores (comunicación), en primer lugar, desde luego, el conocimiento de la lengua de cada grupo humano y todos los productos subrogados como las escrituras, los rituales y otros sistemas de representación. Dado que todos esos saberes están codificados de alguna forma, entonces la educación incluye la comunicación.

La cultura se erige así como la primera y principal mediación entre los humanos y entre estos y el mundo físico. Pero con el advenimiento de las tecnologías de la información ha empezado a tenderse una confusión entre las mediaciones propiamente dichas (la cultura) y las mediatizaciones (las tecnologías). De ello se ha derivado un concepto de Educomunicación que confunde tecnología y cultura y que ha desembocado en dos grandes objetos socio-mediáticos: a) desde el punto de vista de la comunicación, la cultura digital y la Cibercultura; y b) desde el punto de vista de la educación, la educación virtual.