Investigadores especializados sobre políticas en educación superior en nuestra región (García Guadilla, 2002; Brunner, 2000) señalan, a partir de sus particulares acumulados investigativos, en interlocución con apuestas investigativas consolidadas en Estados Unidos y Europa, la existencia de posiciones y posicionamientos en la relación entre investigación social y toma de decisiones, en donde no toda investigación realizada al amparo de las herramientas propias de las ciencias sociales correspondería a investigación en estricto sentido, esto es, producción de conocimiento especializado dentro de un campo disciplinar signado por posiciones ocupadas por pares en interlocución resultante de problemáticas compartidas, preocupaciones similares o mediando perspectivas disímiles.