Homenaje del Doctorado Interinstitucional en Educación a la Profesora Eloisa Vasco Montoya

El Doctorado interinstitucional en Educación quiere ofrecer un homenaje a la profesora Eloisa Vasco Montoya quien falleció el día domingo 22 de mayo. Esposa del profesor Carlos Eduardo Vasco, amiga y maestra de muchos profesores en Colombia. Compartimos la tristeza de su partida con el profesor Carlos Eduardo a quien de muchas maneras abrazamos hoy, como sus amigos, como sus estudiantes, como sus colegas.

Apreciado profesor lo acompañamos y le enviamos nuestras sentidas y afectuosas condolencias, estamos a su lado, como usted lo ha estado con nosotros en estos años de trabajo en el Doctorado Interinstitucional en Educación, de manera incondicional y con cariño desinteresado.  A todos nuestros estudiantes, profesores y a la Universidad en general los invitamos a acompañar al profesor Carlos Eduardo el 23 de mayo a partir de las 3pm en la capilla San Juan de Avila, Carrera 18 No. 136-46 Bogotá y a las exequias el martes 24 de Mayo a las 11:00 a.m. en la misma parroquia.

Una larga vida y una larga experiencia me han llevado a entender que tenemos la tentación de llenarnos de palabras sobre la educación y por el camino de tantas palabras nos hemos extraviado y corrido el riesgo de sacrificar los sueños que inicialmente inspiraron las palabras. Proponemos que es necesario hacer un alto en el camino y nos reencontremos con nosotros mismos. Que cada uno de nosotros se pregunte por lo esencial de su sueño como docente y que se reencuentre con él.

Si la investigación es parte de ese sueño, hagamosla con seriedad y rigor; cultivemos el espíritu investigativo, sin pretender lo que el no puede dar; seamos honestos con lo que podemos hacer y aceptemos nuestras propias limitaciones; seamos respetuosos de nuestros alumnos y señalemos para ellos un camino que cada uno pueda transitar en su irrepetible individualidad. Estemos convencidos de que un maestro solamente puede señalar ese camino, y de que habrá cumplido su más alta labor cuando el discípulo siga adelante solo y el maestro se encuentre de regreso hacia el silencio.

Eloisa Vasco Montoya