En Colombia, las manifestaciones de violencia no parecen estar relacionadas unicamente, como se ha creído tradicionalmente en la teoría de la criminalidad y la violencia, con la supervivencia y la acumulación sino con los conflictos sociales que surgen de la negación del ser humano como ser autónomo de la falta de igualidad de derechos y de posibilidades reales de realización de los mismos. En consecuencia el secuestro, la extorsión, y el asesinato entre otras manifestaciones de violencia no se derivan exclusivamente del deterioro de las condiciones económicas y sociales de nuestro país y de la desigualdad sino de la falta de reconocimiento del carácter humano de cada uno de los individuos que cosntituyen el tejido social y del grado de instrumentalización de los seres humanos en los que ha incurrido nuestra sociedad. La dimensión y complejidad de la violencia en nuestro país, nos llevó a adelantar como maestros universitarios un proyecto de investigación con el proposito de conocer la lógica del desarrollo moral del joven universitario barrinquillero a partir de una análisis de sus practicas discursivas. Los enunciados de los jóvenes nos permitieron reconstruir la idea de justicia, el reconocimiento de las normas y la valoración de los compromisos. Los resultados del proyecto de investigación en mención nos llevan a preguntarnos sobre el compromiso que hoy tiene la educación de evaluar críticamente su para qué, su porqué y su cómo.