Contribuir a la alfabetización científica de la población ha sido un objetivo de las reformas educativas de diferentes países (American Association for the Advancement of Science [AAAS], 1993; Aslan & Tasar, 2013; Cofré et al., 2014; Deboer, 2000; Jenkins, 2013; Kelly & Erduran, 2018; Leden, Hansson, Redfors, & Ideland, 2015; W McComas & Olson, 1998; Ministry of Education [MOE], 2007; National Research Council [NRC], 1996; Sarkar & Gomes, 2010; J Torres, Moutinho, & Vasconcelos, 2015; Wang & Zhao, 2016) y en consonancia con esto, la comprensión de la Naturaleza de la Ciencia (NOS-Nature of Science, en inglés) es un factor estructural en la alfabetización científica (Abd-El-Khalick & Lederman, 2000; Khishfe & Lederman, 2006; Lederman, Lederman, Kim, & Ko, 2012; Lederman, 2007; Lederman & Abd-El-Khalick, 2002; McComas, Clough, & Almazroa, 1998; National Research Council [NRC], 1996; Ozgelen, Yilmaz-Tuzun, & Hanuscin, 2013), tanto así, que se consolida como uno de los objetivos para la educación científica escolar (Akerson, Cullen, & Hanson, 2010; Celik & Bayrakceken, 2012; Mesci & Schwartz, 2016; Sarkar & Gomes, 2010; Wang & Zhao, 2016).

Por lo anterior, el desarrollo de apropiadas concepciones de NOS es uno de los objetivos comúnmente enunciados para la educación (Akerson et al., 2010; Vázquez-Alonso, GarcíaCarmona, Manassero-Mas, & Bennàssar-Roig, 2013), porque su uso en la enseñanza de la ciencia está justificada desde razones utilitarias, democráticas, culturales, axiológicas y educativas, ya que mejora la comprensión sobre la ciencia y de los contenidos de la ciencia, a desarrollar interés por la ciencia, sobre cómo opera la ciencia o la ciencia como proceso que favorezca la toma de decisiones personales y socio-científicas informadas (A AdúrizBravo & Ariza, 2013; Driver, Leach, Millar, & Scott, 1996; W McComas et al., 1998; Sarkar & Gomes, 2010; J Torres et al., 2015; Ángel Vázquez-Alonso et al., 2013).